Existe una gran polémica con respecto a la política educativa de "el último en llegar es el primero en salir", que en inglés llaman LIFO. Si una escuela tiene dificultades financieras y debe despedir maestros, LIFO establece que se debe despedir de acuerdo con la antigüedad y el número de maestros que hay por materia. Por ejemplo, un maestro que lleva seis años en el sistema enseñando estudios sociales, debe salir antes que uno que lleva diez años enseñando la misma materia. Personalmente, esta medida no me beneficia en lo más mínimo, pero entiendo por que es necesaria. Como alguien que tiene seis años trabajando en la misma escuela, yo tendría que irme antes que cualquiera de los otros maestros en matemáticas de mi escuela si hay despidos. Ninguna de mis otras calificaciones, incluyendo liderazgo o capacidades pedagógicas cuentan. En ese sentido, la ley no parece justa. Los directores deberían tener el derecho de mantener o despedir a su personal basándose en otros criterios.

El problema es que muy poca gente en el campo de la enseñanza tiene confianza en cómo la administración central evalua a los "mejores maestros". Ellos simplemente le dan a los directores un número que sugiere la calificación promedio de los estudiantes que